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Basurillas

BASURILLAS RESURRECTION (ANDRESINHO'S VICTORY)

Hay que ver la literatura que se desparrama con la victoria. Eso está bien. Quiere decir que llevábamos meses y meses sin saber a qué sabían 3 puntos del tirón (aunque aún no estén contabilizados aún en la página oficial de la Liga Ademar). Coño, y saben bien. Jugar mola. Pero ganar está de puta madre. Pero que de puta madre, tronco.

En cualquier caso, como decía el señor Lobo en Pulp Fiction, "no empecemos a chuparnos las pollas". La clave del partido, está más que claro, fue la presencia, bajo palos, de Andresinho. Si no hubiera sido así, en el minuto cinco habríamos ido perdiendo 3-0 y el partido se habría ido al carajote. La moral, la capacidad, el esfuerzo y la brillantez. Como gusta de decir al tío Román en otras situaciones, "mierda pa’ti y pa’tos". Ruina.

La presencia de Andrés y su gran capacidad hizo que el equipo fuera tomando confianza, que creyera en una posibilidad de salvar los muebles y, poco a poco, incluso ir pensando que la victoria era posible. Todos hicimos un esfuerzo titánico, hasta donde los pulmones y las piernas nos permitieron. Y jugamos como bloque, como equipo, con un estilo definido, sabiendo a lo que jugábamos, como bien han apuntado Juan Carlos y Manolo en sus respectivos envíos. Pero, como todos los equipos ganadores, la estructura de equipo fue de atrás a delante, es decir, solidez defensiva y capacidad de contraolpe cuando el contrario buscaba la victoria a la desesperada ante "ese equipucho de mierda que no ha ganado ni un puto partido desde que empezó la liga". Eso, queridos, efectivamente es lo que más jode: que no perdieron contra un gallito de primera, sino contra un equipo hasta ese momento roto, goleado jornada sí y otra también. Pero es que el equipo no era el mismo. Ni mucho menos. La basura de equipo se había convertido en armada Basurilla gracias a que no todo lo que iba a puerta era gol (y tiraron un capazo de veces, casi todo tiro exterior, pero fuerte y, muchas veces, difícil de parar).

Así que, tras la enhorabuena y tras el hecho de saber que somos capaces de ganar o, al menos, de vender caros los puntos, tenemos que ser consicientes de que es fundamental tener un portero fijo y bueno. Andrés va a hacer lo posible por venir. Pero, de momento, el sábado no contamos con él porque es el cumpleaños de una de sus niñas. Así que, hermanos Basurillas, sería bueno localizar a un guardameta para cubrir la ausencia de Andrés. Encontrar uno a su altura va a ser muy difícil. Pero al menos que tenga ciertas nociones y que pare algo más de lo que lo hacen los habituales jugadores que asumen la responsabilidad de ponerse en la portería cuando no tenemos jugador especializado para esa demarcación. Y que conste que esto no es una crítica a ellos, todo lo contrario. Demasiado hacen con echarle dos cojones y ponerse. Es, simplemente, una realidad. Si queremos repetir lo del sábado necesitamos jugar con portero. Todos los equipos de primera y segunda juegan con un portero fijo (mejor o peor, pero portero). Salir al campo con uno de nosotros haciendo de Gato de Odessa es regalar medio partido.


Forza Basurillas. Con dos cojones y un palito... y un portero.

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